Compraste una hermosa planta. Lleno de ilusión la trasplantaste en una maceta más grande con más sustrato de plantación. O tal vez la plantaste en un lugar especial en tu jardín. Pero a pesar de todo el cuidado y el cariño que le has dado, tu planta no parece muy feliz. Y estás convencido de que estás haciendo todo lo correcto.
Además, cada vez hace más calor y llueve menos. A veces, no puedes regar tanto como necesita tu jardín. Especialmente las macetas. El riego diario en verano se convierte en una molestia. Las plantas en maceta requieren más atención que las plantadas en el suelo. Con el tiempo, el sustrato de las macetas retiene menos agua y los nutrientes se agotan.
No sólo las plantas anuales y perennes con sus raíces más superficiales y el césped sufren el cambio climático. Los árboles también están sufriendo el impacto.
A veces simplemente se te olvida regar las plantas. Para compensarlas les das demasiado agua. ¿Sabías que esto causa estrés a la planta? Y si te olvidas de regar las plantas durante demasiado tiempo puede ser fatal. ¡Es una pena terminar con las plantas marchitas, muertas!
¿Cómo puedes proteger tus plantas contra el calor y la falta de agua? ¿Cómo puedes asegurarte de que todo el trabajo y la ilusión que has puesto en tu jardín o macetas no se desperdicie? ¿Por qué tus plantas no prosperan a pesar de todos los cuidados que les has dado?
Empecemos con un poco de ciencia. A saber, la ley del factor limitante. Se basa en la ley de Liebig del mínimo que dice que:
El crecimiento de las plantas no está controlado por la cantidad total de recursos disponibles, sino por el recurso más escaso (factor limitante)
La ley de Liebig demostrada en el modelo del llamado "barril de Liebig". Del mismo modo que la capacidad de un barril con duelas de longitud desigual está limitada por la duela más corta, el crecimiento de una planta está limitado por el recurso más escaso. |
Un ejemplo: tienes un suelo arenoso-limoso suelto (bien aireado) con una cantidad bien equilibrada de nutrientes, pero no contiene suficiente agua. Lo que esta Ley dice es que no son el suelo aireado y los nutrientes los que determinarán que las plantas se desarrollen bien, sino que, en realidad, es la falta de agua, el factor limitante en este caso, lo que impedirá el crecimiento de las plantas.
Así que para tener un buen crecimiento de las plantas es importante que todos los elementos necesarios estén presentes en el suelo. Los principales son: el aire, los nutrientes, los microorganismos y el agua.
¿Te suena esto demasiado complicado? No te preocupes, el acondicionador de suelo "todo en uno" de TerraCottem aborda eficazmente este desafío. TerraCottem es un producto granular que funciona a nivel radicular. Por eso hay que mezclarlo con el sustrato o la tierra al plantar o sembrar. Y sólo necesitas usarlo una sola vez por planta.
Se refiere al aire, los nutrientes, los biostimulantes y el agua.
TerraCottem cuida de ti y de tus plantas.
El acondicionador de suelo TerraCottem es un producto muy potente. Se utiliza con el sustrato de plantación y la tierra del jardín. Solo 100g de producto pueden absorber 8 litros de agua. Esa es la cantidad que usarías para 20 litros de sustrato de plantación, un árbol pequeño o 2 metros lineales en tu huerto.
"El suelo de mi jardín es arcilloso. Se seca rápidamente en verano. He plantado numerosos arbustos con mucho sustrato de plantación en suelo ácido: azaleas, rododendros y casi 20 especies diferentes de arce japonés. También he añadido TerraCottem para no tener que regar todos los días en caso de una ola de calor".
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